miércoles, 14 de octubre de 2009

¡¡¡Que no ni no, Sudáfrica, allá va Argentina!!!

El equipo de Diego Armando Maradona jugó con personalidad e inteligencia y se llevó de Montevideo el boleto para el Mundial del próximo año en tierras africanas. Fue una victoria histórica por 1 a 0 sobre Uruguay con gol de Mario Bolati, quien hacía instantes había ingresado al campo de juego. Juan Sebastián Verón fue la figura de una alineación que tuvo varios picos altos, fundamentalmente en su zona defensiva. En diciembre será el sorteo para la Copa del Mundo y allí se sabrán los tres rivales del grupo de la selección albiceleste.

Primero hay que saber sufrir para luego gozar. Y vaya que calza justo hoy esta frase. Porque hubo que transpirar y batallar mucho para conseguir el pasaje para la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Pero Argentina finalmente puede respirar tranquila y festejar su estadía en tierras africanas el próximo año. Había que verlos a Diego Armando Maradona y Carlos Salvador Bilardo, abrazándose, llorando y gritando toda la angustia contenida, luego de mil y un cruces dialécticos que hubo entre ellos. Se fundieron en un festejo como nunca lo hicieron, ni en el ´86 se los vio tan emocionados y llenos de bronca y resentimiento hacía la prensa. Entonces, habrá que concluir que la relación entre el 10 y el Doctor es como un matrimonio, de esos que tienen muchos problemas pero que en el fondo se tienen un aprecio mutuo y profundo. La selección albiceleste tuvo que transitar por un camino lleno de espinas para llegar a su objetivo. Pero, finalmente, lo logró. Y hoy, Diego planteó el partido más inteligente de su gestión, poniendo en cancha un equipo compacto, corto entre líneas y que fue inteligente para jugar con los dos resultados que tenía a su favor. Casi no atacó Argentina, podríamos decir que el gol de Bolati fue su única llegada profunda en todo el encuentro. Sin embargo, mostró atributos para llevarse el triunfo por ser segura en defensa y manejar el balón con corrección hasta tres cuartos, con el cerebro de Juan Sebastián Verón como abanderado y puesto en función del equipo.
Como bien lo dijo Verón luego del triunfo, no se debe festejar este pasaje a Sudáfrica, pero si hay que desahogarse por tanta angustia contenida. Todavía en el campo de juego, el capitán de Estudiantes de La Plata declaró lo siguiente: "Todo esta mal en la Selección y no podemos festejar esta clasificación. Hay que mejorar para que podamos divertirnos dentro de una cancha y no sufrir los partidos". Contundente, sensato, líder sincero y franco de la Argentina. Esta histórica victoria frente a Uruguay en el Centenario no puede meter bajo la alfombra tantas cosas mal hechas durante este proceso. Empezando por los dirigentes, siguiendo por el manager y cuerpo técnico y terminando en los jugadores. Habrá que barajar y dar de nuevo. Maradona fue muy irrespetuoso en la Conferencia de Prensa post partido ante los uruguayos, usando términos por demás descomedidos y desubicados. Tomó como rival al periodismo y no hizo casi ninguna autocrítica sobre sus inmensos errores como técnico del seleccionado argentino. Se ruega desde aquí que sus palabras hayan sido producto del desahogo, la euforia y la calentura, sino lo de Diego es inentendible... Más allá de que hoy haya logrado su máximo logro desde que se calzó el buzo albiceleste.
Entrando en la crónica y el análisis exhaustivo del juego, Maradona colocó un claro 4-4-2, con cuatro centrales en la última línea: Otamendi, Demichelis, Schiavi y Heinze. En ese orden se plantaron atrás, y más allá de algún descuido del Flaco de Newell´s, todos respondieron con acierto, fundamentalmente Demichelis, de gran partido en el Centenario. En el medio fue muy bueno lo de Javier Mascherano, retornando al nivel que lo llevó a ser el capitán de la selección. Lo de Verón ya se dijo, claro para manejar los tiempos, sabio para jugar en corto y entretener el balón ante la desesperación de Uruguay y clave para que el equipo se defienda con la pelota. Hasta tuvo tiempo de intervenir en el gol La Brujita, porque el balón le cayó a él luego de un tiro libre, le pegó al arco, rebote en un jugador charrúa y la pelota le quedó mansita y servida para que Mario Bolati acomodara su píe y con toda su elegancia la ponga abajo, pegada al palo izquierdo del arquero Néstor Muslera.
El partido se jugó sin arcos, todo fue disputado a dientes apretados en el medio y hubo mucho resguardo defensivo de parte de los dos seleccionados, jugando en Montevideo ambos, pero con una oreja y media en Santiago, donde Chile le dio una mano a los dos y venció a Ecuador por 1 a 0 (con gol de Humberto Suazo, que fue el goleador exclusivo de las Eliminatorias con 10 tantos). El juego fue deslucido, malo, chato. Pero Argentina mostró carácter y personalidad para imponerse en la lucha del Río de La Plata y llevarse su boleto a la Copa Mundial. No fue bueno lo de Lionel Messi (nuevamente, y van...) y lo de Gonzalo Higuaín fue aceptable solo en los primeros minutos. Sin embargo, hoy se jugaba en el Centenario la clasificación y el plan de Diego fue hacer que el partido no se juegue, se luche. Uruguay, lejos de ser un equipo con luces, solo apretó levemente en los primeros minutos del primer tiempo. Luego, cero. ¡¡¡Nada!!! Ni Diego Forlán, ni Luís Suárez, ni ninguno aportó claridad al fútbol charrúa. Nunca hubo sensación de que Argentina podía perder el partido. Y eso se debió al planteo argentino, pero también a la inoperancia uruguaya, a la cual le pesó la responsabilidad de lograr un triunfo para ir directo a Sudáfrica.
Volviendo al comienzo y al abrazo Maradona-Bilardo, que esa unión que se vio en ese festejo se traslade al trabajo diario. Que el manager y el DT no tengan más cruces y que a partir de ahora se tenga el objetivo bien claro: planificar e idear un grupo laboral que sepa llevar a la Argentina a jugar mejor, a ser ordenada y que tenga aspiraciones de lograr el Campeonato del Mundo de 2010. La clasificación ya la tenemos, el orden, la prolijidad y las ideas sensatas aún están muy lejos. Habrá tiempo de elaborar los elementos que nos lleven por esos caminos de gloria que se aspiran lograr. Ojalá que a partir de este triunfo se produzca una refundación de este ciclo celeste y blanco, que sea el punto de partida para mejorar todo lo mal que se hizo hasta ahora. Ya se habla de sumar al cuerpo técnico a Antonio Mohamed, Fernando Gamboa y el tan reclamado por Maradona: Oscar Ruggeri. Si es para sumar, serán bienvenidos. Otra cosa, fuimos el equipo número 22 en clasificar a Sudáfrica, cifra (el loco en la quiniela) que simboliza la locura que se vivió en los festejos de la delegación del equipo argentino. Que esa bronca desmedida de Maradona y todo el plantel sirva para que se unan en búsqueda de un objetivo común. Así como lo hizo aquel equipo de México 1986, logrando el título mundial. Que se repita el próximo año...
Mientras tanto, Uruguay deberá jugar el repechaje ante Costa Rica (hoy clasificó directo Honduras y Los Ticos disputarán la repesca ante los charrúas), el 14 y 18 de noviembre. Tarea para los de la otra orilla... Nosotros, los argentinos, ya podemos ir viendo hospedajes para el Campeonato del Mundo, porque más allá de haber sufrido hasta la última fecha, jugaremos el Mundial. ¡¡¡Que no ni no, Sudáfrica, allá va Argentina!!!


El uno por uno de la Selección Argentina:

Sergio Romero (6): A pesar de que Uruguay no llevó casi nunca peligro a su valla, se mostró seguro en los centros que cayeron a su área. En su debe quedan varios saques malos con los píes.
Nicolás Otamendi (6): Excelente en el anticipo y en cerrar su lateral. Muchas veces termino cerrándose mucho y dejaba algún hueco en su punta. Sin embargo, cumplió en una función que no es la suya. Con la pelota en los pies le costó bastante.
Martín Demichelis (8): El punto más alto de la defensa. Seguro de arriba y de abajo. Rápido y con carácter para afrontar los cruces y cada centro aéreo. Fue el primer marcador central, y una garantía para todos.
Rolando Schiavi (6): Jugó de segundo central, hecho que no lo favoreció mucho. No ha transitado mucho en su carrera ese sitio. Tuvo un error puntual en una salida que pudo costar un gol en contra. Remate débil, contención de Romero y respiró aliviado El Flaco. Exceptuando esa jugada puntual, su rendimiento fue bueno e importante en la fricción, tanto por abajo como por vía aérea.
Gabriel Heinze (7): Tantas veces criticado, hoy el Gringo jugó con temperamento y cerró su lateral con candado. Además tuvo tiempo para proyectarse algunas veces en ataque de manera correcta.
Jonás Gutiérrez (5): No fue claro nunca con la pelota en los píes, pero aporto lucha y despliegue en mitad de cancha.
Javier Mascherano (7): Volvió el Jefecito. Quitó mucho en el medio, volvió a comerle los talones a los rivales y jugó el balón con mucha prolijidad.
Juan Sebastián Verón (8) (Figura): Manejó los hilos del equipo. Simple y llanamente eso. Se jugó al ritmo que el quiso. Generalmente tocó mucho en corto y se hizo patrón como lo hace en Estudiantes. Luego, fuera de la cancha, también fue la figura de la noche, cantó la justa sobre la situación de la Selección Argentina: hay que trabajar mucho y hacer cambios profundos para intentar el tercer Campeonato del Mundo de mayores del fútbol argentino.







Angel Di María (6): Arrancó muchas jugadas de manera sobresaliente y las terminó muy mal. Pero mostró despliegue y carácter para pedir el balón siempre y encarar, muchas veces a ciegas, a la dura defensa uruguaya.
Lionel Messi (4): Nuevamente perdido en ofensiva y sin mostrar una pizca siquiera de rebeldía. Parece increíble verlo deambulando por la cancha cuando juega para Argentina. Hoy el entrenador no planteó un partido que le calce a su juego. Sin embargo, él no hizo mucho como para engancharse en el juego aguerrido que mostró el seleccionado.
Gonzalo Higuaín (5): Jugó de espaldas al arco y eso no le permitió tener el tiro franco de frente. No pateó con peligro a la valla uruguaya nunca, pero fue importante para aguantar el balón en los primeros minutos del primer tiempo, cuando Uruguay intentó un débil hostigamiento sobre el marco de Romero.

Ingresaron:
Luciano Monzón (5): Jugó los últimos quince minutos por Di María. Cumplió.
Carlos Tévez (6): Aguantó la pelota y se mostró participativo en ataque. En lo poco que jugó, mostró más ganas que el insulso Pulga Messi.
Mario Bolati (7): Convirtió el gol de este histórico triunfo con una definición digna de su manual, con elegancia y toque fino. El rubio volante de Huracán es una variante de lujo para el mediocampo argentino.


Redacción y puntajes: Claudio Darío Aimar
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sábado, 10 de octubre de 2009

Nos costó un Perú, pero Palermo consumó una nueva hazaña y por ahora estamos adentro de la Copa del Mundo

Argentina sufrió enormemente para poder derrotar al seleccionado de José Del Solar. Fue victoria por 2 a 1 bajo una tremenda lluvia, en tiempo de descuento y con otra aparición histórica del rubio delantero de Boca Juniors, emulando al gol de Ricardo Gareca en las Eliminatorias de 1985 y que nos llevó luego al título de México 1986. Había abierto el marcador Gonzalo Higuaín y a los 45 del segundo tiempo empataba Hernán Rengifo. El equipo de Diego Armando Maradona jugó muy mal pero por ahora con este triunfo se está clasificando directo para Sudáfrica 2010. Se define todo el miércoles, cuando enfrentemos a Uruguay en Montevideo.

Las agujas del reloj corrían tan rápido que casi no podían verse, la angustia recorría cada cuerpo de la patria futbolera y Sudáfrica quedaba cada vez más lejos para Argentina. Sin embargo, el muchachito de la película, Martín Alejandro Palermo, entró nuevamente en escena, como en tantas otras oportunidades de su carrera, y con un toque de zurda debajo del arco puso el 2 a 1 definitivo en tiempo de descuento y bajo una intensa cortina de agua bendita que caía desde el cielo, devolviéndonos así la sonrisa y consumando otra epopeya Monumental, esta vez en el mismísimo estadio de River, que terminó coreando su nombre. Es indudable que este hombre que hoy dejó la casa número 9 para lucir la 18, es un elegido, un ser humano tocado con la varita mágica de las hazañas. Y su gol fue casi un calco al que se vio en 1985, en las Eliminatorias para el Mundial de 1986, cuando Ricardo Gareca (otro delantero, rubio y alto) puso el 2 a 2 ante Perú en la boca del otro arco donde esta tarde consumó el milagro el titánico atacante de Boca Juniors. Esta vez este grito no asegura aún un cupo para Sudáfrica, pero cualquier similitud con ese recuerdo nos invita a soñar. Porque ese tanto del Tigre, hace 24 años atrás, luego nos llevó a la Copa del Mundo que el equipo que dirigía Carlos Salvador Bilardo ganó en México. Aquella vez la empujó el actual entrenador de Vélez después de una corajeada de Daniel Passarella, y en esta oportunidad fue el turno de Martín Pescador, quien mandó la pelota a la red tras un tiro de Federico Insúa. Un gol made in Xeneise.
Antes y después de la nueva hazaña del Loco, la selección Argentina no había mostrado casi nada. Y ese gol de Hernán Rengifo que colocó el 1 a 1, cuando el reloj marcaba el minuto 45 del segundo tiempo, dejó mudo al Monumental. Sin embargo, si hablamos de merecimientos no era descabellado el empate. Perú había hecho innumerables méritos para lograr la paridad en el tanteador. En el complemento, el equipo del Chemo Del Solar fue superior a la Argentina e inquietó en varias oportunidades al arquero Sergio Romero, quien tuvo una muy buena noche. En la parte inicial, los visitantes habían esperado bien atrás como arma estratégica prediseñada. En ataque, nada. Pelota, campo y posesión mayoritaria del balón eran propiedad del conjunto de Maradona. Sin embargo, esa tenencia de pelota carecía de profundidad y claridad para manejar esa circunstancia en el juego. Pablo Aimar nunca entró en sintonía y perdió varios balones. Mientras que Lio Messi intentaba con maniobras individuales suplir la falta de juego colectivo de la selección nacional. Lo mejor de la Pulga se vio en el primer tiempo, aunque su actuación no paso de discreta y su prestación positiva para con el equipo fue en declive a medida que pasaban los minutos del partido.
En la parte complementaria, el adelantamiento de Perú benefició a la selección solo en una jugada puntual: la del gol de Gonzalo Higuaín, la del 1 a 0. Con más espacios, Pablo Aimar (en su única jugada destacada del juego) colocó una asistencia milimétrica para el delantero del Real Madrid, quien definió con un tiro cruzado, al palo derecho de Leao Butrón. De ahí en más, el equipo de Maradona padeció de miedo escénico. Se refugió muy atrás, renunció al ataque casi por completo y la línea de tres que había instaurado Diego desde el vestuario desapareció (Palermo entró por el improductivo Enzo Pérez, se adelantó Jonás Gutiérrez y se atacó por algunos minutos con tres puntas). Ingresó Martín Demichelis por Higuaín para jugar de lateral derecho y se volvió a defender con cuatro jugadores. Es increíble que el equipo se tirara tan atrás ante este Perú, muy lejano en calidad de jugadores y nivel colectivo de otros tiempos de gloria del país incaico. Entonces, la pelota la manejaba Perú, con Juan Vargas y Roberto Palacios (ingresó por Nolberto Solano y el Chorri y Ñol se despedirían así de la selección de su país). Aimar siguió desaparecido, más allá de su ya mencionada participación vital en el gol de Higuaín. Messi cada vez era menos importante (por ser leve y no decir que no la tocaba...) y Gutiérrez y Ángel Di María no pesaban en el juego por las bandas. Jugando así, irremediablemente el empate era una sensación muy perceptible en el ambiente del Monumental. Los gritos de la gente (antes de la paridad peruana) eran hostiles hacia los jugadores, pidiendo más garra y reclamando un mayor protagonismo en el juego de la selección nacional. Pero ni los cánticos ni las indicaciones de Maradona (pocas, pero algunas dio) hicieron reaccionar a este equipo. Y tras un corner, la pelota le cayó a Palacios, este tiró un preciso centro para Rengifo y el delantero que había ingresado en el segundo tiempo cabeceó con una insólita soledad para decretar el 1 a 1.
Parecía que todo se acababa allí, las calculadoras echaban humo de tantos cálculos matemáticos y Sudáfrica 2010 nos tenía en zona de repechaje. Pero el optimista del gol, ese que tan bien definió Carlos Bianchi alguna vez, tenía otros planes para esta jornada. Ya bajo una intensa lluvia, la Argentina fue a ciegas a buscar los tres puntos. Luego de un centro de Di María, la pelota le cayó al Pocho Insúa (había entrado por Aimar), este pateó al arco, su disparo pegó en un peruano y fue magnetizada, seducida y piropeada por Palermo, el enamorado del gol, para que le cayera en su botín izquierdo. Toque debajo del arco a lo Gareca en 1985 y delirio total del público argento. Ya no importaba nada. Ni los malos 90 minutos que jugó otra vez la selección. Ni los cantos hostiles. Ni la falta de identidad de juego de la que sigue careciendo este equipo. Ni... Nada, ya no importaba nada. Solo había que gritar y disfrutar el grito del goleador de Boca, ya sin remera y agradeciendo al cielo por esta nueva hazaña personal, que conlleva consigo una milagrosa victoria del equipo argentino. Había que verlo a Maradona festejando como un jugador, como un nene, chapoteando bajo la lluvia y haciendo patito, tirado de panza en el césped mojado por la cortina incesante de agua que caia. Y había que ver el grito de la gente. Eufórica, desaforada, feliz, aliviada... En definitiva, ya se podrán analizar bien los detalles del juego. Lo que importa ahora son estos tres puntos vitales que nos dejan, al finalizar esta anteúltima jornada de eliminatorias, en el cuarto lugar, en el vagón del fondo de los que van directo al Mundial 2010 de la zona sudamericana. Ahora a pensar en Uruguay, el miércoles en Montevideo. Si empatamos estamos adentro de Sudáfrica (solo una tremenda goleada de Ecuador en Chile impediría que con ese resultado no entremos derecho). Maradona, muchachos, a idear bien el choque ante los charrúas entonces. Diego deberá mostrar por primera vez alguna pizca de sapiencia para plantear bien un partido de visitante. Ser inteligente para lograr una estrategia acorde al objetivo que se proponga. Y ser sabio para jugar el encuentro en la zona que más le convenga a la Argentina. Será una indudable guerra futbolera del Río de La Plata. Habra que jugarla con el cuchillo entre los dientes. Y Palermo, el muchachito de la película, por las dudas, estará atento para ver si filma otra parte más de su vida cinematográfica. Como alguna vez convirtió un gol con los ligamentos rotos (jugando para Boca ante Colón, en Santa Fe), hoy lo hizo con su nariz sangrando y, quizás, con su tabique nasal roto. Un real gladiador, un Titán...

El uno por uno de Argentina:
Sergio Romero (7):
En el segundo tiempo fue llamado a intervenir en más de una ocasión. Tapó un mano a mano ante Juan Vargas, y anteriormente le había sacado un remate al mismo ex jugador de Colón de Santa Fe. Otra actuación positiva del arquero que actua en Holanda. Como para confiar en que los guantes de la selección estan en buenas manos.
Jonás Gutiérrez (4): No pesó como lateral derecho y mucho menos como volante por ese sector, cuando Maradona lo ubicó allí en el segundo tiempo. No fue muy atacado por su zona y sin embargo no tuvo demasiado protagonismo en ataque con sus habituales corridas de Galgo.
Rolando Schiavi (4): Cuando Perú se adelantó en el complemento, Rolo tuvo algunas dudas. Revoleó demasiado la pelota y no dio la seguridad que se esperaba de él.
Gabriel Heinze (4): Desordenado como siempre y sin muchas luces para cubrir los huecos en defensa.
Emiliano Insúa (5): Sin descollar, fue lo mejor de la defensa. Correcto en la marca y con alguna excursión en ataque en el primer tiempo. En el complemento se limitó a defender y casi no se sumó en la búsqueda ofensiva. Tiene crédito para seguir siendo el lateral izquierdo.
Enzo Pérez (4): Empezó bien. El primer tiro al arco argentino fue de él. Sin embargo, con el correr de los minutos, su actuación fue bajando hasta desaparecer por completo del circuito ofensivo nacional. Fue reemplazado por Palermo en el entretiempo.
Javier Mascherano (4): No jugó bien, pero al menos intentó imprimirle algo de caracter al equipo. Igualmente, estuvo errático en los pases y sin peso para cortar el juego peruano en el medio, fundamentalmente en el segundo tiempo. Aplazado.
Ángel Di María (5): Lo mejor del volante del Benfica de Portugal se vio en el PT. Allí pudo entrar más en contacto con la pelota y realizar alguna corrida, abriendo la cancha correctamente por la zona izquierda. En el complemento bajó mucho su nivel, pero tiró el centro para Insúa, que luego derivó en el tanto de Palermo.
Pablo Aimar (5): No se escondió nunca, pero tampoco estuvo en sintonía fina en ningún momento del partido. O si, en uno puntual, en la deliciosa asistencia para el gol de Higuaín. Eso lo salvó del aplazo.
Lionel Messi (5): Quiso con jugadas individuales suplir el mal mayor de este equipo: su falta de juego colectivo. Lo logró pocas veces, pero en algunos intentos hizo pesar su gambeta. Casi convierte en el PT con un sablazo de zurda. Sin embargo, sigue a años luz de ser el que es en el Barcelona de España. Muy lejos esta áun de influir positivamente en el andamiaje ofensivo de Argentina. Debe jugar más en equipo y no caer siempre en gambetas egoístas.
Gonzalo Higuaín (6): Lindo gol del Pipita. Resolución rápida, tal como lo hace en el Real Madrid. Antes y después de ese gol, no gravitó mucho en el tramite del juego. Se perdió uno solo debajo del arco, en el primer tiempo.

Ingresaron:
Martín Palermo (8) (Figura): Su puntaje va directamente ligado al peso de su gol. Fue el mejor de la cancha. En tiempo recuperado escribió otra página de su película increíble. Se vistió otra vez con el ropaje de héroe y le otorgó a la selección tres puntos gravitantes en su lucha por estar en Sudáfrica. Estaba en el lugar indicado, en el momento justo. Como casi siempre lo hace el Titán de Boca Juniors.
Martín Demichelis (5): Entró para reforzar la defensa y se paró como lateral derecho. No desentonó, pero tampoco se destacó. Arriesgó en algunas salidas con pelota al pie. Seguramente será el lateral derecho ante Uruguay, el miércoles en Montevideo. Federico Insúa (6): Una linda pisadita y el tiro que derivó en el gol milagroso de Palermo. Por el tiempo que jugó, fue bastante grande su prestación para el seleccionado argentino.

Toda la locura de Diego en el grito loco del tanto de Palermo. Se tiró al piso e hizo patito con el césped mojado por la intensa lluvia que acompañó al partido en los minutos finales del juego en el Monumental. Luego del encuentro, a Maradona se lo escuchó feliz y confiado: "Ahora tenemos que ir a Uruguay a jugarnos la clasificación con total orgullo, vamos a tener que armarnos bien. Si nosotros les hacíamos cinco goles a Perú podíamos estar más tranquilos, pero la diferencia fue sólo de uno y ahora nos tenemos que jugar la vida. Tenemos que empezar a hacer cuentas”, contó Pelusa en la Conferencia de Prensa.






Redacción y puntajes: Claudio Darío Aimar
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sábado, 3 de octubre de 2009

La música de Independiente sonó bajita, pero con empuje se llevó los tres puntos

El equipo de Américo Rubén Gallego cosechó un nuevo triunfo al vencer como local a Tigre por 2 a 1. Según el DT Rojo, al equipo "le fallaron los músicos". El Tolo, maestro de orquestas de este conjunto, dio la definición justa de la actuación de sus dirigidos. Porque Independiente jugó un partido bastante flojo de mitad de cancha hacía adelante. Nunca tuvo un sonido claro y nítido en ataque y, además, jamás se asociaron correctamente el tandem que compusieron Busse, Mancuello, Piatti, Gandín y Silvera. Solo mejoró un poco en ofensiva cuando ingresó Martín Gómez en la etapa complementaria. Y como prueba de ello basta con ver quienes convirtieron los goles del ganador: Walter Acevedo, a la salida de un tiro libre con un derechazo tremendo, y Carlos Matheú. El Tigre de Diego Cagna fue nuevamente una sombra de lo que hasta hace poco tiempo fue. Sin juego en mitad de cancha y muy inseguro atrás, evidenciando los problemas frecuentes que viene mostrando en este torneo. Esta versión desgastada del equipo de Victoria hizo que hoy por la noche sumara su sexta derrota consecutiva y que, por ende, se comience a pensar seriamente en que el ciclo de su entrenador está terminado. Solo destellos de Carlos Luna y poco más en el visitante. Justamente el Chino había puesto el 1 a 0, cuando Tigre parecía reaccionar de su pésimo presente. Sin embargo, fue un espejismo, solo una ráfaga, y la victoria y la sonrisa quedaron del lado Rojo. Y el Tolo Gallego, aunque diga que hoy no tuvo a sus músicos presentes, disfrutará de un fin de semana con melodías dulces. Es que para Independiente, la punta, ya no está tan lejana.

La Figura: Wálter Acevedo (Independiente) (7): Fue el más prolijo del medio Rojo y, además, marcó un golazo de tiro libre. De a poco se va metiendo a la gente de su equipo en el bolsillo, mostrando mucho sacrificio, orden y buena pegada en el centro del campo de juego. Con esos atributos, partido tras partido, se va transformando en el patrón del equipo de Américo Gallego.



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Sufrieron el mal de ausencias...

Colón y Banfield extrañaron mucho a sus delanteros goleadores, Esteban Fuertes y Santiago Silva respectivamente, y como lógica consecuencia de ello terminaron igualando 0 a 0 en Santa Fe. Ambos equipos no pudieron suplir la falta de tamañas ausencias y carecieron de peso ofensivo. Si alguno tuvo algún merecimiento por sobre el otro, ese fue el conjunto de Antonio Mohamed. Con tiros desde afuera del área pusieron en peligro en ciertas ocasiones a Cristian Luchetti, quien respondió de manera satisfactoria y se convirtió con sus atajadas en la figura de esta chata paridad de viernes por la tarde. Con esta igualdad, Banfield, con un partido más, se ubica a un punto del puntero Estudiantes. Mientras tanto, Colón se quedó con las ganas de festejar en su casa, aunque fue un poco más que su adversario, mostrando hoy en Ariel Garcé y Alejandro Capurro a sus mejores valores.


Redacción: Claudio Darío Aimar
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jueves, 1 de octubre de 2009

Esta Argentina Ghana y Palermo encontró su lugar

La selección local superó por 2 a 0 a Ghana con dos goles del delantero de Boca. Después del partido, el Titán fue confirmado por Diego Armando Maradona como integrante de la lista de las Eliminatorias y se perfila para ser titular como nueve de área frente a Perú, el sábado 10 de Octubre. Es el segundo triunfo consecutivo del combinado casero, que había vencido hace unos meses a Panamá.

En medio de tantas tormentas que azotan en los últimos tiempos a la Selección Argentina, ganar, tener un buen primer tiempo y encontrar a alguien que pese en el área y convierta por duplicado, suena como una caricia al alma, como un bálsamo, como un oasis en medio de tanto desierto. Ese triunfo, aclaremos, se logró frente a una Ghana clasificada ya para Sudáfrica 2010, pero que hoy en la noche cordobesa no trajo a ninguno de sus interpretes más representativos, esos que juegan en el fútbol europeo (los 19 integrantes de la delegación que piso suelo argentino y que comanda el serbio Milovan Rajevac juegan en el fútbol de su país). Sin embargo, Martín Alejandro Palermo, ese rubio alto de mil batallas e infinidad de gritos de gol, hizo que Diego Armando Maradona vuelva a sonreír aunque sea por un rato, después de tantos días de angustia. No hay que exagerar, no hay que valorar más de lo debido esta victoria, pero si hay que destacar algunos puntos altos y ciertos aspectos positivos que dejó el choque ante las Estrellas Negras, como se la denomina a la selección africana. Un saldo a favor es que en dos presentaciones (la otra fue ante Panamá en cancha de Colón de Santa Fe hace unos meses atrás) el seleccionado local obtuvo sendos triunfos.
El grito del público de Córdoba (el historial dice que cada vez que Argentina jugó un partido en esta provincia lo ganó) a favor de Maradona antes del inicio del juego, fue el prólogo de lo que vendría: una noche dulce para Diego. Fundamentalmente en el primer tiempo, cuando el equipo tuvo un buen rendimiento, apoyado en la enorme tarea del trío Xeneize, Monzón-Insúa- Palermo. Los tres participaron de los goles argentinos. En el primero el Pocho puso un pase largo y medido para el lateral de Boca Juniors y este, de primera, colocó un centro perfecto que Martín Palermo mandó a la red con una volea de zurda espectacular. Triple encuentro de los zurdos del equipo de Coco Basile y los tres tocando con pierna izquierda sus intervenciones en esa jugada. ¿El segundo tanto de la selección? Monzón cede el balón a Insúa, centro perfecto de este y cabezazo bombeado del eterno guerrero del gol, del Titán del área rival. 2 a 0. Y en ese lapso de la etapa inicial estuvo lo mejor del triunfo ante Ghana. Esta Argentina versión local tuvo además a un Mario Bolati iluminado y clarito. Jugando, tocando y quitando. Hoy Maranga se pareció mucho al que brilló en Huracán en el Clausura pasado.
La clave del partido estuvo en jugar rápido por las bandas, habilitando las subidas de Enzo Pérez y Fabián Monzón, siempre pasando por la planta purificadora de fútbol de Insúa y Bolati. Así se aprovecharon, en el primer tiempo, los grandes espacios que dejaba este discreto (por no decir pobre...) equipo africano. Argentina se paró con un 4-3-1-2 bien definido, con el Pocho de enlace (ante Perú jugaría con el mismo dibujo y como titular de enganche estaría Pablo Aimar) y Gabriel Hauche y Palermo como atacantes. El de Argentinos Juniors jugando por las dos bandas y explotando su velocidad y su gambeta, y El Loco parado como nueve clásico. Ante esto, Ghana solo atinó a defenderse y a tratar de tocar el balón de manera prolija de tres cuartos en adelante, pero su traslado fue lento y el quite de pelota del equipo de Maradona era cosa sencilla. El segundo tiempo fue de decoración. Los cambios trastocaron la respuesta positiva de Argentina y las llegadas al arco contrario ya no fueron tantas.
La conclusión que deja este compromiso ante Ghana, más allá del resultado y del rival, es que hay algunos nombres que participaron de esta victoria que se ganaron un lugar para integrar la lista de citados para jugarse el boleto al Mundial a partir del 10 de Octubre, ante Perú y Uruguay. Esos nombres parecen estar claros: Palermo (ya confirmado por Maradona), Braña (casi no jugó ante Ghana pero va a estar), Enzo Pérez (de muy buen partido hasta que le aplicaron una plancha que lo dejó fuera del equipo en el entretiempo), Mario Bolati, Diego Pozo (como tercer arquero, detrás de Sergio Romero y Mariano Andujar), Federico Insúa y Fabián Monzón. De los que jugaron hoy, serían esos, en principio, los convocados por Diego para las Eliminatorias.
Dimes, diretes, cruces dialécticos entre Maradona y Bilardo... Todo eso sigue estando vigente y no puede esconderse bajo la alfombra de este triunfo. Sin embargo, ese abrazo entre el capitán Palermo y el ex propietario de esa cinta en la Selección Argentina, Diego Armando Maradona, fue un respiro entre tanta pálida y deja otra vez al Loco goleador de Boca en todas las tapas de los diarios. ¡¡¡Grande Animal!!! Le gritó El Diez al Nueve desde el banco, después de su segundo tanto. Es que el delantero de Boca es verdaderamente eso en el área: un animal. Otra vez apareció él, Martín Palermo, para darle pases a la red como tantas otras veces lo hizo en su titánica carrera de futbolista. Sin dudas, un optimista del gol, esta vez en celeste y blanco...

Partido Amistoso

Argentina (2): Diego Pozo (6); Ignacio Canuto (6), Rolando Schiavi (6), Matías Caruzzo (5), Fabián Monzón (8); Enzo Pérez (7), Mario Bolati (7), Leonel Vangioni (6); Federico Insúa (8); Gabriel Hauche (7), Martín Palermo (9). DT: Diego Armando Maradona.
Disposición Táctica: 4-3-1-2

Ghana (0):Philimon McCarthy (6); Lee Addy (4), Emmanuel Ansong (4), Ofosu Appiah (4), Daniel Yeboah (4); Francis Cofie (4), Edmund Owusu Ansah (5), Kofi N. Boakye (4), Frank Boateng (5); Mahatma Otoo (4), Obed Owusu (3). DT: Milovan Rajevac.
Disposición Táctica: 4-4-2

Goles: 28'PT Martín Palermo (ARG), 38'PT Martín Palermo (ARG)
Cambios: 0'ST Jesús J.D. Méndez (5) por Enzo N. Pérez, 0'ST Juan M. Insaurralde (6) por Rolando Schiavi, 0'ST Karimu Alhassan (5) por Mahatma Otoo, 0'ST Abraham Annan (4) por Francis Cofie, 0'ST Jordan Opoku (5) por Obed Owusu, 12'ST Mauro Boselli (4) por Martín Palermo, 12'ST Luis M. Rodríguez (5) por Gabriel Hauche, 12'ST Samed Oppong (5) por Kofi N. Boakye, 22'ST Rodrigo Braña (5) por Mario A. Bolatti, 22'ST Osvaldo N. Gaitán (6) por Federico Insúa, 28'ST Mahatma Otoo (5) por Frank Boateng, 43'ST Bright Allotey por Emmanuel Ansong
Amonestados: 26'PT Ofosu Appiah (Gh) , 37'PT Kofi N. Boakye (Gh) , 6'ST Frank Boateng (Gh) , 28'ST Mauro Boselli (ARG) , 45'ST Abraham Annan (Gh)
Estadio: Olímpico de Córdoba
Árbitro: Enrique Osses (Chile) (Mal)

La Figura: Martín Palermo (Argentina) (9): Volvió a ser titular en la selección luego de 10 años de ausencia. ¿Mucho? No, para nada. El Titán fue el de siempre, un goleador nato, de raza. Ese que en el área siempre gana. Y justo hoy, ante Ghana, no iba a ser la excepción... Golazo de volea en el primero y cabezazo ganándoles a todos en el aire en la segunda conquista. Y casi mete otros... De novela su actuación, tanto como su vida futbolística. Una vez más fue el muchachito de la película. Después de su labor ante los africanos, se perfila para ser el nueve grandote que acompañe a Lionel Messi ante Perú. ¿Será La Pulga un buen complemento para el delantero de Boca? Ojalá la tendencia de Lio de encarar por su cuenta hacía el arco rival no juegue en contra de los intereses de exitos de esta dupla de ataque que se perfila para jugar ante los dirigidos por el Chemo Del Solar. En ese compromiso vital para ir a Sudáfrica y que se va a jugar en cancha de River, ojala la actuación de Palermo también sea Monumental, como la de esta noche cordobesa...


Redacción y puntajes: Claudio Darío Aimar
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