Argentina, con algunos chispazos individuales, se llevó el triunfo ante Panamá

Con dos goles de Bergessio, que fue la gran figura, y uno de De Federico, venció a la selección centroamericana por 3 a 1 en Santa Fe.

Diego Armando Maradona se cansó de decir a quien quisiera escucharlo que la Selección Argentina no juega partidos amistosos, sino que disputa siempre encuentros internacionales. Con ese lema, seguramente, habrán entrado cada uno de los jugadores de este seleccionado argentino “domestico” al campo de Colón a enfrentarse a Panamá. Y, aunque no mostró grandes pasajes de fútbol asociado, esta victoria por 3 a 1 ante los centroamericanos, debe haber dejado varias conclusiones para los ojos del entrenador argentino. Por ejemplo, que Gonzalo Bergessio, la gran figura de la tarde-noche, es un recambio interesante para las Eliminatorias, y que Nicolás Otamendi jugó con la seguridad con la que lo hace en Vélez, hecho que lo perfila también como un posible defensor a tener en cuenta en futuras convocatorias globales. O sea, lo positivo fueron algunas individualidades, lo colectivo se debe calificar como de regular para abajo, dado que Panamá preocupó más de lo esperado la valla del conjunto argentino.
En el comienzo del juego, Argentina se paró con dos volantes centrales “raspadores” como Fabián Rinaudo y Hernán Bernardello, y ellos eran muy presionados por los mediocampistas panameños, en muchas ocasiones con reiteradas faltas. Esto hacía que el partido sea cortado y que Daniel Montenegro entrará poco en juego con el balón. Eduardo Salvio se ubicó bien parado por la derecha, tratando de desbordar tal como lo hace en Lanús. Sin embargo, pocas veces lo logró, salvo en una ocasión en donde el arquero Jaime Penedo conjuró bien su centro, luego de un pase magistral desde muchos metros de Montenegro. Matías De Federico se ubicó como un segundo enganche al lado de Montenegro, arrancando de la izquierda al medio y dejando huérfano muchas veces su banda. Por allí, se produjeron en la primera etapa los embates ofensivos de los panameños, quien muchas veces se encontraban mano a mano con Otamendi, sin oposición de volantes en ese sector.
Al margen de entrar poco en juego, fue De Federico quien abrió el marcador en la húmeda noche santafesina. Luego de una clara mano de un defensor de Panamá en el área grande, el zurdo de Huracán tomó el rebote y con su pierna más hábil la colgó al ángulo derecho de Penedo. Exquisito, golazo y 1 a 0. Sin embargo, poco pudieron disfrutar Maradona y sus jugadores la ventaja. Por el sector señalado donde Argentina hacía agua en el medio, llegó Panamá al empate. Muchos argentinos a cubrir la zona izquierda de su defensa, cambio hacía el lado opuesto, increíblemente desguarnecido, y gran definición del platinado número diez Nelson Barahona, quien actualmente milita en Atlético Huila de Colombia, y fue lejos el mejor futbolista del equipo panameño. Pero antes de irse el primer tiempo, Argentina con un gran cabezazo de Bergessio tras un corner desde la derecha, se puso otra vez arriba en el marcador y así se iría al entretiempo.
La zona defensiva había sido una de las más flojas de Argentina en la primera etapa, jugando con línea de tres (Ferrero-Caruzzo-Otamendi). Para remediar eso, el técnico metió mano en el banco. Ingresó Emiliano Papá por De Federico (quien más allá del golazo que convirtió no entró mucho en juego) y así conformó una línea de cuatro con Ferrero-Caruzzo-Otamendi-Papá. Sin embargo, varias veces los panameños le ganaron la espalda al lateral de Vélez y siguieron creando algo de peligro en la valla del local Diego Pozo. También ingresó Sebastián Prediguer, quien fue más criterioso que Bernardello, y el match siguió en la misma tónica que en el primer tiempo. Algunas apariciones esporádicas, aunque de importante calidad, de Montenegro y la potencia tremenda de Bergessio adelante. Y con esos protagonistas llegó el tercer gol. Pase en profundidad del “Rolfi”, gran dominio de Bergessio y definición cruzada para el 3 a 1 final en el marcador.
Los innumerables cambios continuaron, pero la fiesta santafesina se circunscribió solo a observar a si Esteban Fuertes, ídolo local de Colón, convertía algún gol en su estreno con la camiseta de Argentina a los 36 años. Tuvo una, mano a mano, pero el arquero panameño lo atoró bien y rechazo su potente disparo de zurda. Así se fue el partido, con chispazos de buen fútbol de Sebastián Blanco (quien ingresó faltando 20 minutos y aportó varias gambetas atractivas) y la sensación que la actuación podría calificarse como correcta, no más. Aunque hay que destacar la sana intención de formar algún jugador de todos estos que estuvieron hoy en cancha para sumarlos a la legión extranjera, con vistas a las eliminatorias sudamericanas.
Regreso de un seleccionado argentino al interior, algunas individualidades para destacar y vuelta al triunfo luego del papelón en el 1-6 por eliminatorias versus Bolivia. Conclusiones validas de este cotejo. Sin embargo, y según propias palabras de Maradona finalizado el partido en Santa Fe, “varios jugadores argentinos tuvieron hoy ojos maradonianos”, haciendo clara alusión al esfuerzo y las ganas que vio el entrenador en sus jugadores por vestir la camiseta albiceleste. Entonces quizás sea eso lo más destacado que dejó este triunfo ante Panamá. El empeño que mostró cada jugador en el campo de juego y que Diego haya observado ganas y coraje en sus convocados locales. Como Rocky Balboa en la mítica saga de películas con sus “ojos de tigre”, en la noche santafesina, a orillas del Río Paraná, nació la era de los “ojos maradonianos”, según lo patentó Maradona.


El uno x uno de los jugadores argentinos

Diego Pozo (6): Se mostró seguro en los envíos aéreos. Sin embargo, en el segundo tiempo ante un tiro de larga distancia dio un rebote demasiado largo.
Alexis Ferrero (4): Regalo muchas veces sus espaldas y por su sector llego el gol de Barahona. Además, mostró algunos problemas con la pelota en los pies, sobre todo en el segundo tiempo cuando jugó de lateral derecho.
Matías Caruzzo (5): Se le anuló un gol legítimo por una supuesta posición adelanta que no existió. En la labor defensiva, alterno buenas y malas.
Nicolás Otamendi (7): Se mostró tan seguro como en Vélez, mostrando una de sus principales virtudes: anticipar al rival. Fue lo mejor de la defensa que armó Maradona.
Eduardo Salvio (5): Tuvo buenas intenciones. Pese a ello pocas veces logró influir con firmeza en el juego ofensivo argentino. Además, le costó el retroceso defensivo.
Hernán Bernardello (4): Se lo notó perdido en el medio. Como con falta de ubicuidad. No quito ni fue patrón del mediocampo como lo hace permanentemente en Newell`s. Salió en el entretiempo.
Fabián Rinaudo (6): El volante de Gimnasia de La Plata comenzó algo nervioso, pero con el correr de los minutos se fue afirmando y muchas veces cubrió con criterio los huecos que dejaba en la izquierda el seleccionado argentino. Además, manejó prolijamente el balón.
Matías De Federico (6): Su calificación va directamente proporcionada al golazo que marcó colgando la pelota de un ángulo del arco panameño. Antes y después de eso, no fue el jugador punzante y encarador de Huracán. Muchas veces tomó decisiones erróneas comandando al equipo en ofensiva. A su favor, jugó algo más retrasado de lo que lo hace habitualmente en su club.
Daniel Montenegro (7): Fue el más claro del mediocampo en todo el partido, especialmente en la segunda etapa. Delicioso pase a Bergessio para el tercer gol y muchas participaciones positivas en el comando ofensivo. Le faltó probar más al arco, tal como lo hace en Independiente.
Gonzalo Bergessio (8) (Figura): El mejor del juego. Mucha potencia ofensiva. En el primer gol que marcó fue determinante la potencia con la que le ganó en el salto al jugador panameño. Luego en el segundo tiempo estrelló otro cabezazo en el travesaño y convirtió el tercer gol con un tiro fuerte y rasante, luego de dominar el balón con un gran gesto técnico. Está en un momento espectacular, con mucha confianza. De esta manera, se convierte en una gran variante para los delanteros “extranjeros”.
José Sand (5): Pocas veces pudo meterse en el circuito ofensivo del equipo. Tuvo una que el arquero Penedo le tapó bien. Sin embargo, no fue el delantero profundo que rompe redes en Lanús. Fue reemplazado por Esteban Fuertes en el entretiempo.

Ingresaron:

Emiliano Papa (4): Fue superado muchas veces por pelotazos cruzados de Panamá y desbordado con facilidad. No fue el jugador que se proyecta permanentemente en Vélez.
Sebastián Prediguer (7): Según Maradona, fue el mejor volante de marca argentino en la noche santafesina, y lo seguirá de ahora en más con especial atención en sus presentaciones. Manejó el balón con mucho criterio y técnica. Además, recuperó muchas pelotas. Más que aprobado lo del volante central de Colón.
Esteban Fuertes (6): Ingresó por Sand y estuvo más movedizo y activo que el delantero de Lanús. Tuvo un mano a mano que tapó bien el arquero de Panamá. Además, Penedo también le sacó un terrible tiro libre recto que buscaba red. Fue aplaudido y ovacionado en la cancha donde es ídolo.
Franco Zuculini (6): Entró unos 25 minutos. Corrió y tocó bien la pelota.
Sebastián Blanco (7): Poco más de 20 minutos le bastaron para mostrar toda su clase y elegancia. Envió dos grandes centros desde la derecha y metió un par de gambetas que levantaron al público de sus pupitres.
Ignacio Canuto (5): Correcto. Se ubicó de lateral derecho por Ferrero. Jugó pocos minutos.
Cristian Campestrini (6): No fue muy exigido en los 20 minutos que ingresó por Diego Pozo.