Opinión: Por Claudio Darío Aimar
Si uno echa un vistazo a los últimos años de Boca como institución, seguramente puede afirmar que desde 1998 para acá este es el momento más duro del club en todo sentido. Y no solo el mal presente se circunscribe a los constantes errores de los actuales dirigentes, quienes hace seis meses traen a Carlos Bianchi como manager y hoy se arrodillan para que sea entrenador, sino también a los constantes problemas internos dentro del plantel que, si bien siempre existieron, hoy salen a la luz con mas fuerza que nunca. ¿Boca está hoy como el famoso cubo mágico antes de ser empezado a armar? O sea, ¿súper desordenado?
A ver, como decíamos en el párrafo anterior, parece ser una contradicción bastante grande que Jorge Amor Ameal halla ido a buscar a Carlos Bianchi hace solo seis meses para ocupar el cargo de manager (que según para el presidente es un puesto muy necesario y enriquecedor para el club), y hoy le pida de rodillas que dirija al primer equipo. ¿Como se entiende? ¿Será que lo trajo de manager para tenerlo a mano para cuando Carlos Ischia pisara arenas movedizas? Da la sensación que si...Pero el máximo directivo del club no contó con que con Bianchi esas maniobras no cuentan y por eso, previsor, este insertó en su contrato una cláusula para no sentarse en el banco "xeneise" pegado a la ida de su ¿amigo? Ischia. Y hoy por más que le rueguen, y hayan aparecido banderas en la practica pidiendo su vuelta, y seguramente surgirán cantos en cada partido de acá al final del torneo para que el Virrey regrese como DT, el actual manager da la sensación que se mantendrá firme en su postura de no dirigir en estos momentos. ¿Cederá Bianchi ante el pedido popular del hincha por su regreso? Parece difícil, aunque él alguna vez declaró que solo "los necios no cambian de opinión". Si nos agarramos a esas declaraciones la posibilidad, aunque pequeña, todavia brilla como una luz en el camino.
¿Entonces? Todos los caminos conducen a un solo objetivo: Alfio Basile. Da la sensación que nombres como los de Gustavo Alfaro, Blas Giunta, Jorge Bermúdez, José Basualdo y tantos otros que se mencionaron, ya no corren, por una u otra razón, en la carrera por la sucesión de Ischia. El que Bianchi quiere para agarrar esta tormenta de mar embravecido es el "Coco". Porque ganó 5 títulos en el club, tiene una buena relación con el "Virrey", y posee el perfil ganador y las espaldas necesarias como para con su voz ronca irrumpir en un vestuario lleno de dificultades importantes en lo interno. ¿Su contra? Lo económico, aunque algunos dicen que estaría dispuesto a resignar dinero en pos de una revancha deportiva por su abrupta ida del seleccionado nacional argentino. ¿Otra? La insistencia dirigencial porque el DT sea... si adivinó, Carlos Bianchi!!!
Dentro de este imaginario cubo mágico totalmente desordenado, también se encuentra Carlos Ischia, quien tendrá que dirigir cuatro partidos sabiendo que ya no lo quieren y que aunque todos saben que lo echaron los dirigentes salgan a decir que él renuncio, en otra desprolijidad más. Pero hay más basura bajo la alfombra... ¿Como solucionarán sus ya insalvables y evidentes conflictos internos Martín Palermo y Juan Román Riquelme? ¿Seguirán Hugo Ibarra y Luciano Figueroa en el plantel la temporada venidera? Y en caso que no continúen, ¿como tomará Román el alejamiento de dos de sus pocos amigos dentro de la plantilla? Preguntas que seguramente el tiempo irá contestando, pero que acumulan aún más nubarrones sumamente negros en este verdadero intríngulis que hoy en día es Boca. Como un cubo mágico, antes de ordenarse... ¿Tardarán mucho en organizarlo? Veremos que muñecas son capaces de encarrilarlo y dejarlo armado...
Redacción: Claudio Darío Aimar
e-mail: caiaimardario@hotmail.com
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