El equipo de Ricardo Gareca logró su séptimo título en el profesionalismo superando en Liniers a Huracán por 1 a 0. El local fue más que su rival y llegó al gol por intermedio de Maximiliano Moralez, en una polémica jugada por un supuesto foul de Joaquín Larrivey al arquero Gastón Monzón
Solamente un Fortín podía ser tan sólido como para frenar tanto tiki tiki. Eso hizo Vélez hoy, mostrando su mejor imagen, su mejor cara, así sacó a relucir el libreto de equipo serio y compacto para borrar de la cancha a las joyas de Don Ángel Cappa. Esas perlas como Pastore, Defederico y Bolatti, entre otras, fueron neutralizadas y el juego brillante del Globo a través de todo el torneo se redujo inmensamente. Vélez gritó campeón por séptima vez en su historia, justamente, a 7 minutos del final. Dicha jugada quedará en la historia de los pasillos velezanos y en la memoria de Maxi Moralez, el pequeño héroe que hoy estará en la tapa de todos los diarios del país. Los de Huracán protestarán foul de Joaquín Larrivey sobre el arquero Gastón Monzón (fue infracción del delantero), en la jugada previa a que Frasquito mandara a la red, con una repentización veloz, una pelota que había quedado dando vueltas sin dueño en el área. Pareció infracción, pero el árbitro Gabriel Brazenas, de penosa actuación, no lo vio de esa manera (tampoco convalidó para los de Parque Patricios un gol lícito de Eduardo Domínguez a pocos minutos de iniciado el juego). Sin embargo, más allá de esos fallos controvertidos, esas jugadas no empañarán el brillo del lauro conquistado por los Tigres de Ricardo Gareca. Este Vélez invicto en su casa (el único que logró eso en el certamen) y que solo perdió un partido (ante Gimnasia, en La Plata) fue un equipo siempre concentrado, paradójicamente, sin concentrar muchas veces antes de los partidos por decisión de su entrenador.
Hoy el partido no fue brillante. Para ninguno de los dos. Pero fue una final jugada con dientes apretados y que tuvo de todo. Hasta un granizo en medio del juego, que obligó a Brazenas a suspender el partido por alrededor de 20 minutos en el primer tiempo. También tuvo un penal que el uruguayo Hernán Rodrigo López, infalible en esos menesteres, no pudo convertir. El que le dijo que no fue Monzón, arrojándose sobre su palo izquierdo. Ese mismo Monzón que sobre el final de la historia quedará mezclado entre la protesta de foul sobre él y las dudas sobre si falló en la jugada clave, la jugada de la foto histórica, la del gol de Moralez.
Este Vélez deberá recordar a cada momento a los emblemas en cada sector de la cancha: las voladas del arquero cordobés Germán Montoya; la aparición rutilante de Nicolás Otamendi, un muro infranqueable y con una tranquilidad asombrosa en la defensa pese a su juventud; el ida y vuelta mezclado con buen pie de Víctor Zapata; y los goles del uruguayo Hernán Rodrigo López. Todo esto dirigido por la calma que desde el banco irradia esta nueva versión de Richard Gareca como entrenador. Volvió al fútbol argentino más seguro, más aplomado y su mano en varios partidos fue clave para sacar puntos que parecían perdidos (vale como ejemplo los cambios que realizó en la remontada de 0-2 ante Colón, en Santa Fe, que terminó 4-2 a favor de Vélez). Eso como lo más destacado, pero que nadie olvide a los Domínguez, Cubero, Razzotti, Papa, etc. Todos sumaron en este plantel silencioso, pero rendidor y efectivo.
Los Ángeles de Cappa, pese a la derrota, serán recordados como un equipo que tuvo una propuesta y la supo plasmar muy bien en el torneo (salvo en la tarde decisiva de Liniers). Mientras tanto, los Tigres de Gareca hicieron de su estadio un Fortín, le pincharon el Globo a Huracán y hoy festejan su séptima vuelta olímpica de manera merecida. ¡¡¡Salud Vélez Campeón!!!
La Figura ante Huracán: Fabián Cubero (Vélez) (7): En el partido clave, Poroto mostró toda su chapa y oficio para cerrar con candado la zona donde marcó. Además, tuvo tiempo para mandarse al ataque y no le cobraron un claro penal después de una vergonzosa plancha de Carlos Arano. El polifuncional jugador del Fortín fue clave en la obtención del torneo velezano.
Balance del Campeón Clausura 2009
El goleador: Hernán Rodrigo López (11 goles): El uruguayo fue fundamental por sus goles importantes. Hizo muchos de penal (4 por esa vía, y falló ante Independiente y Huracán) y metió un golazo inolvidable de chilena ante River, para el 1 a 1 en Liniers. Pasó del odio al amor en los sentimientos de los hinchas de Vélez, que lo recordarán como el máximo artillero de este Fortín campeón.
La figura del campeón: Nicolás Otamendi: Fue el emblema de la seguridad que irradia este Vélez campeón. Revelación, figura y patrón de la defensa menos vencida del campeonato. Brillante aparición del fútbol argentino, y ya es jugador de la selección de Diego Armando Maradona.
El gol del campeonato. Maximiliano Moralez sale gritando desaforado el tanto de su vida, luego de un foul de Joaquín Larrivey que Brazenas no vio sobre el arquero Monzón. Más allá de eso, Vélez fue un digno y justo ganador del Clausura 2009. Luego Frasquito fue expulsado por sacarse la camiseta. Nada importaba, el pueblo velezano comenzaba a vivir allí el festejo de su séptimo torneo en el profesionalismo (alcanzó a Racing Club de Avellaneda en el historial de títulos locales).
Redacción y puntajes: Claudio Darío Aimar
e-mail: caiaimardario@hotmail.com
Mi blog: www.explosiondeportiva.blogspot.com
domingo, 5 de julio de 2009
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